Karina Milei refuerza su poder y cambia el triángulo de hierro

Las nuevas caras del Gabinete y su impacto

No hay dudas de que Manuel Adorni es una figura clave para Javier Milei y su entorno. Desde la Casa Rosada, algunos destacan que, ante la queja frecuente de gobernadores y legisladores sobre la falta de un interlocutor claro, Adorni aparece como una solución. Su experiencia y su estilo comunicativo le permiten entender las necesidades de las diferentes provincias y legislar de manera más efectiva.

Designado como nuevo jefe de Gabinete, Adorni trae consigo un conocimiento profundo de cada ministerio, lo que promete un trabajo más coordinado en la gestión del Gobierno. Su capacidad de diálogo con los mandatarios provinciales y legisladores es una de sus mayores fortalezas. Muchos aseguran que conoce la dinámica interna del poder y, sobre todo, cuenta con el respaldo necesario del presidente.

Durante su reciente visita a Estados Unidos, Milei había comenzado a hacer ajustes en su equipo, así que la salida de Guillermo Francos como jefe de Gabinete no fue una sorpresa total, aunque algunos esperaban una comunicación más clara antes del hecho. Antes de dejar su cargo, Francos minimizaba los rumores sobre su renuncia, llamándolos “operaciones de prensa”.

Renuncias y nuevos nombramientos

En medio de los cambios, otro nombre que sonaba fuerte fue el de Santiago Caputo, quien podría haber asumido una cartera de gran relevancia. Se pensaba que podría tener un papel central, similar al de Carlos Corach en tiempos de Carlos Menem. Aunque finalmente se decidió que Caputo continúe en su actual posición, su influencia sigue siendo significativa. Tiene contacto directo con Milei y un rol protagónico en múltiples áreas del Gobierno.

Por su parte, los ecos de las decisiones en la Casa Rosada han llegado hasta los despachos del Tesoro de los Estados Unidos, donde se han mostrado cautelosos sobre la nueva conformación del Gabinete. Se reconoce que el equilibrio de poder sigue fragmentado y que esto podría complicar la gobernabilidad en el futuro.

La designación de Diego Santilli al frente del Ministerio del Interior también ha traído consigo una mezcla de apoyos y críticas. Con dos padrinos en la sombra, estos cambios destacan el complejo entramado político que caracteriza al Gobierno actual.

Sino hay tiempo que perder

En el ámbito de Justicia, la situación también presenta desafíos. Mariano Cúneo Libarona no dejó su puesto aduciendo la dificultad de encontrar un reemplazo adecuado. Se hablaba de Sebastián Amerio como su sucesor, pero esta posibilidad fue frenada por la influencia de Karina Milei. “Hay tiempo hasta diciembre”, comentan en la Casa Rosada, dejando la puerta abierta a futuros cambios en varios ministerios.

Con personajes como Alejandra Monteoliva en la mira para Seguridad y rumores circulando sobre Guillermo Montenegro para Defensa o Justicia, queda claro que la danza de nombres aún no ha terminado. La política, como siempre, es un tablero en constante movimiento.

Así, se aguardan los próximos pasos y cómo se acomodarán las piezas en el Gobierno, ya que cada decisión puede cambiar el rumbo del país en su camino hacia la reforma y la estabilidad.

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